
Tira tipográfica
Aficheta grafica
Diseño gráfico
Diseño gráfico
Servicio
Diseño gráfico
Categoria
Aficheta Grafica



Descripción
Esta pieza gráfica experimental es una reinterpretación visual y emocional de la canción "Qué se siente ser tan joven" de La Casa Azul. Concebida como una tira artística de gran formato de un metro de ancho, esta obra busca capturar la potencia emocional y simbólica de la letra, a través de un tratamiento tipográfico deliberadamente pesado, directo y contundente.
El diseño se estructura únicamente en blanco y negro, generando un fuerte contraste visual que resalta el dramatismo de cada frase. Las tipografías utilizadas, como Anton Regular y Dela Gothic One Regular, fueron seleccionadas por su presencia imponente, su capacidad para "gritar" visualmente y su coherencia con una estética juvenil, urbana y provocadora. Estas fuentes no son solo contenedores de texto: son la voz visual de la canción.
A lo largo de la tira, las frases se reorganizan, fragmentan y combinan gráficamente en un recorrido visual que propone nuevas lecturas y asociaciones dentro del universo lírico original. Cada bloque tipográfico actúa como un golpe visual que refuerza conceptos como el deseo, la confusión, la energía, la contradicción y el vértigo de la juventud.
Más que una lectura lineal, la pieza propone un ritmo visual propio, inspirado en el pulso de la música. La estructura compositiva juega con tamaños, pesos y alineaciones para construir un mapa de emociones a partir del texto. La palabra, despojada de imagen o ilustración, se convierte en imagen por sí misma: una estética que apela al grito gráfico.
Este proyecto fue una exploración personal del poder del diseño tipográfico para narrar y emocionar sin necesidad de representaciones figurativas. Un homenaje visual a una canción que habla de juventud, pero también una reflexión sobre el lenguaje del diseño como herramienta de interpretación artística.
Descripción
Esta pieza gráfica experimental es una reinterpretación visual y emocional de la canción "Qué se siente ser tan joven" de La Casa Azul. Concebida como una tira artística de gran formato de un metro de ancho, esta obra busca capturar la potencia emocional y simbólica de la letra, a través de un tratamiento tipográfico deliberadamente pesado, directo y contundente.
El diseño se estructura únicamente en blanco y negro, generando un fuerte contraste visual que resalta el dramatismo de cada frase. Las tipografías utilizadas, como Anton Regular y Dela Gothic One Regular, fueron seleccionadas por su presencia imponente, su capacidad para "gritar" visualmente y su coherencia con una estética juvenil, urbana y provocadora. Estas fuentes no son solo contenedores de texto: son la voz visual de la canción.
A lo largo de la tira, las frases se reorganizan, fragmentan y combinan gráficamente en un recorrido visual que propone nuevas lecturas y asociaciones dentro del universo lírico original. Cada bloque tipográfico actúa como un golpe visual que refuerza conceptos como el deseo, la confusión, la energía, la contradicción y el vértigo de la juventud.
Más que una lectura lineal, la pieza propone un ritmo visual propio, inspirado en el pulso de la música. La estructura compositiva juega con tamaños, pesos y alineaciones para construir un mapa de emociones a partir del texto. La palabra, despojada de imagen o ilustración, se convierte en imagen por sí misma: una estética que apela al grito gráfico.
Este proyecto fue una exploración personal del poder del diseño tipográfico para narrar y emocionar sin necesidad de representaciones figurativas. Un homenaje visual a una canción que habla de juventud, pero también una reflexión sobre el lenguaje del diseño como herramienta de interpretación artística.
Descripción
Esta pieza gráfica experimental es una reinterpretación visual y emocional de la canción "Qué se siente ser tan joven" de La Casa Azul. Concebida como una tira artística de gran formato de un metro de ancho, esta obra busca capturar la potencia emocional y simbólica de la letra, a través de un tratamiento tipográfico deliberadamente pesado, directo y contundente.
El diseño se estructura únicamente en blanco y negro, generando un fuerte contraste visual que resalta el dramatismo de cada frase. Las tipografías utilizadas, como Anton Regular y Dela Gothic One Regular, fueron seleccionadas por su presencia imponente, su capacidad para "gritar" visualmente y su coherencia con una estética juvenil, urbana y provocadora. Estas fuentes no son solo contenedores de texto: son la voz visual de la canción.
A lo largo de la tira, las frases se reorganizan, fragmentan y combinan gráficamente en un recorrido visual que propone nuevas lecturas y asociaciones dentro del universo lírico original. Cada bloque tipográfico actúa como un golpe visual que refuerza conceptos como el deseo, la confusión, la energía, la contradicción y el vértigo de la juventud.
Más que una lectura lineal, la pieza propone un ritmo visual propio, inspirado en el pulso de la música. La estructura compositiva juega con tamaños, pesos y alineaciones para construir un mapa de emociones a partir del texto. La palabra, despojada de imagen o ilustración, se convierte en imagen por sí misma: una estética que apela al grito gráfico.
Este proyecto fue una exploración personal del poder del diseño tipográfico para narrar y emocionar sin necesidad de representaciones figurativas. Un homenaje visual a una canción que habla de juventud, pero también una reflexión sobre el lenguaje del diseño como herramienta de interpretación artística.